viernes, 23 de agosto de 2013

La doctrina de la adopción.




“En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.” Efesios 1:5 RV 60. 

Contexto histórico.

Efesios fue una carta escrita por el apóstol Pablo durante su encarcelamiento en Roma entre el año 60  y 62 d.C. Esta carta a diferencia de otras trata sobre los privilegios y responsabilidades de los que forman parte de la Iglesia, es decir, del cuerpo  de Cristo. La iglesia es el tema básico de esta carta donde se enfatiza a Cristo como cabeza y la obligación de la iglesia de llevar a cabo la obra y propósitos de Dios en este mundo.
Se cree que esta carta fue pensada para que circulara y fuera enviada a varias iglesias de Asia Menor, algunas de las cuales Pablo conocía personalmente y otras no, entre ellas Esmirna, Pérgamo, Tiatira y Sardis.  Esta carta no contiene referencias personales, ni detalles acerca de ministerios específicos, saludos a determinadas personas ni advertencias ante peligros o problemas específicos.
Éfeso era la capital de la provincia romana de Asia por lo cual el primer destino de la carta sería lógicamente Éfeso.
Los primeros tres capítulos de Efesios hacen énfasis en la doctrina, y los últimos tres capítulos se enfocan en la conducta. Es decir, que  la primera mitad es teológica y la segunda mitad es práctica.
El contenido de esta carta habla sobre la existencia de la iglesia debido a la gran obra de salvación. Cada persona de la Trinidad estuvo activa en la obra de la redención de la humanidad. Dios Padre nos escogió soberanamente para sí de entre toda la humanidad. (1:3-6) basado solamente en su gracia y amor y para su propia gloria. Su justicia divina ante el pecado del hombre fue satisfecha mediante el derramamiento de sangre de su propio Hijo en la cruz, quien pagó el precio y libertó a los elegidos en la cruz. (1:7-12). El Espíritu Santo aplica la salvación “sellándonos”, lo que muestra nuestra pertenencia a Él, nuestra total seguridad, y el que la salvación es una transacción acabada (1:3-14).
Pablo recalca la riqueza  y esperanza de nuestra vocación, mencionando el hecho de que estamos en la heredad de Dios y que poseemos su gran poder para vivir y esto se ha establecido mediante la resurrección de Cristo y su autoridad sobre la iglesia. También se menciona que ya hay un solo pueblo, que no hay diferencias entre judíos y gentiles y esto se demuestra en la edificación del a iglesia que significa ser conciudadanos de una comunidad y parte de la familia de Dios.

Bosquejo.

I.               El Momento de la adopción.
II.              El Medio de la adopción.
III.            El Motivo de la adopción.

I.               El momento de la adopción. (“En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos…”)

El motivo por el cual Dios elige a quienes son salvos es a causa de su amor. Así como Él escogió  a Israel para ser su pueblo especial, solo a causa de su amor (Dt 7:8).
El amor ágape de la Biblia no es una emoción, sino una disposición del corazón para procurar el bienestar de los demás y satisfacer sus necesidades. (Jn 15:13) Eso es justo lo que Jesús hizo a favor de aquellos a quienes Dios había escogido para ser salvos. En el supremo acto divino de amor, Dios determinó antes de la fundación del mundo que Él daría a su Hijo unigénito para salvarnos de nuestros pecados. (Ef 2:4-5).
Él nos amó y nos ama por la eternidad según el puro afecto de su voluntad.
El resultado de la elección de Dios es que llegamos a ser adoptados como hijos suyos. EL teólogo Grudem define adopción como la acción de Dios mediante la cual él nos hace miembros de su familia. En Cristo nos convertimos en súbditos de su reino, en sus amigos, (Jn 15:15) pero en su amor nos hace más que esto, nos convierte en sus hijos. Dios en su amor atrae a los pecadores redimidos al circulo de su propia familia. “ Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! ( Ro 8:15) Abba era una expresión aramea de cariño, algo similar a los términos familiares; papi o papá. Relacionarnos con Dios como Padre nos muestra que Él nos ama, nos comprende, que cuida de nuestras necesidades, que nos perdona y que también nos disciplina (He 12:5-6). Nos da especialmente el don del Espíritu Santo para consolarnos y capacitarnos para el ministerio y la vida cristiana.
Las escrituras relacionan al creyente incluso con Abraham ya que somos hijos de la promesa (Ro 9:7-8). Esta adopción no fue realizada por completa en el antiguo pacto, y aunque Dios se llamaba a sí mismo Padre del pueblo de Israel, lo beneficios y privilegios plenos de la membresía de la familia de Dios, y la completa realización de esa membresía, no tuvo lugar hasta que Cristo vino y el Espíritu del Hijo de Dios se derramó en nuestros corazones, y dio testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Dios manifiesta nuestra adopción por medio de Su Espíritu Santo que da testimonio de que somos sus Hijos. Aunque somos ya adoptados, nuestra adopción culminará cuando Cristo venga para poder recibir as todos los beneficios y privilegios de esta en nuestros cuerpos redimidos.
La adopción sigue a la conversión y es l respuesta de Dios a nuestra fe. (Gá 3:26).
Dios manifiesta su verdad de tres modos. Primero, hay verdades que Él no revela a los seres humanos “las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios” (Dt 29:29). Estas verdades no son reveladas debido a su soberanía y sabiduría de nuestro Dios y por las limitaciones de nuestra mente. Dos, hay verdades que Dios ha elegido revelar. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo siendo entendidas y por medio de las cosas hechas.” (Ro 1:19-20) Las personas a quienes Dios revela su voluntad y plan es a los creyentes a través de Su Palabra(Sal 25:14 Pr 3:32). Tres,  Dios mantuvo en secreto durante un periodo de tiempo algunas verdades que al final manifestó en el Nuevo Testamento. 
La iglesia es un misterio ahora revelado donde se sabe que ésta es el cuerpo de Cristo , y no es una organización sino un organismo vivo compuesto por muchas partes relacionadas entre sí y que dependen unas de otras.
La causa de la elección es la predestinación de los creyentes para ser hijos. Habiéndonos predestinado es la traducción de proorisas “marcados de antemano”. Así que el énfasis de la predestinación está mas en el qué, que en el quién, ya que el destino predeterminado de los creyentes es ser adoptados como hijos de Dios con todos los derechos por medio de Jesucristo, el agente de la adopción. Este termino también se encuentra en Romanos 8:15, 23, Gá 4:4-7. Donde se entiende que  en la adopción una persona entra a la familia y recibe los mismos derechos de las personas que nacieron en ella. En este contexto parece que la predestinación precede a la elección; después de que Dios anticipó este glorioso destino a adoptar a los creyentes dentro de su familia miró a la humanidad pecaminosa y escogió a los creyentes (Ro 8:30), donde predestinó precede a llamó, lo que habla de salvación eficaz.

II.              El Medio de la adopción. (v5. “…por medio de Jesucristo…”).

Cristo es la fuente, espera y garantía de todas y cada una de las bendiciones y riquezas espirituales que existen, y quienes están en Él tienen acceso a todo lo que él es y tiene.
En nuestra unión con Jesucristo, Dios nos hace “coherederos con Cristo” ( Ro 8:17) . Cuando estamos “en Cristo”, Él no se avergüenza de llamarnos hermanos ( He 2:11), y está dispuesto a hacernos partícipes de todo lo que Él posee, “una herencia incorruptible, incontaminada e  inmarcesible, reservada en los cielos” para nosotros. ( 1 P 1:4).
Ser salvos por medio de la fe en la obra de Cristo, equivale a tener la vida misma de Dios en nuestras almas en su propio Espíritu vivificando nuestros espíritus. Nos constituye hijos tal como su único Hijo. Los creyentes no tienen solo todas las riquezas y bendiciones del Hijo sino toda la naturaleza del hijo.

III.            El Motivo de la adopción. (“…según el puro afecto de su voluntad”).

Esta parte de la oración enfatiza que el puro afecto de su voluntad nos quita a nosotros cualquier merito y enfatiza la gracia de Dios (Tit 3:5, Ef 2:8-10).
El propósito de nuestra salvación y de nuestra adopción  fue que fuésemos hechos sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia. Dios escogió y ordenó el cuerpo por adelantado, antes de la fundación del mundo, con el fin de que ningún ser humano pudiera jactarse ni recibir gloria para sí mismo. Y para que toda la gloria fuera para Él. Sabemos que Dios Padre ama a su Hijo; y los creyentes, al estar en el Hijo, también son objeto del amor de Dios.
Vemos en este pasaje que algunas de las bendiciones espirituales son el ser predestinados y elegidos por Dios en Cristo, para un propósito eterno, el  de ser adoptados como hijos suyos donde todos los elegidos sean hijos adultos, en la familia en la que Cristo es el Primogénito (Ro 8:29). 

Conclusión.

Esta epístola esta dirigida a los creyentes que quizá no hacen uso de los recursos espirituales que les han sido dados. Esta carta incluso es conocida como; el banco del creyente, la chequera del cristiano , ya que habla sobre las grandes riquezas, herencias y plenitudes que tienen en Jesucristo y en su iglesia. Les dice cuales son las cosas que poseen y como pueden reclamar y disfrutar de sus posesiones. Dice el pastor MaCArthur de esta epístola que “Los recursos celestiales del Señor son más que adecuados para cubrir todas nuestras deudas pasadas, todas nuestras obligaciones actuales, y todas nuestras necesidades futuras, sin que las arcas celestiales se reduzcan en lo más mínimo”.
Esta es la magnifica provisión que Dios ha hecho en su gracia para sus hijos. Pablo hace un llamado a todos los creyentes a alcanzar “la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (4:13), a ser llenos del Espíritu” (5:18) y  a ser “llenos de toda la plenitud de Dios”. (3:19).
Vemos que en las Escrituras a la iglesia  también se le llama esposa, ( Os 1:2, 3:20, Ap 21:2) familia, (Sal 107:41, Jer 31:3, Ef 2) rebaño, ( IS 40:11, Sal 23, Lc 12:32 Hch 20-28-29) viñedo o ramas de vid, (Is 5:1-7, Jn 15:5).
La iglesia de Cristo es Su cuerpo encarnado actualmente en la tierra. Esta encarnación externa de Cristo es lo único que el mundo ve de Él. En consecuencia , la iglesia debería tener la misma plenitud y estatura que Cristo tuvo cuando ministro en la tierra. Los miembros del cuerpo de Cristo existen unidos de una manera inseparable en el Señor, y cuando un miembro deja de funcionar bien, todo el cuerpo se debilita. El cuerpo funciona mediante el uso de los dones espirituales y el cumplimiento de responsabilidades sobre la comunión fraternal y el ministerio mutuo. Los creyentes deberían manifestar amor con santidad. Además de analizar sus vidas, caminar con Dios, en obediencia y haciendo uso de los dones que les han sido dados para edificación de la propia iglesia. Este capítulo no solo nos enseña todos los privilegios y beneficios que nos han sido dados sino de la mano nos muestran todas las responsabilidades que tenemos como miembros de la familia de Dios.

Por Melanie Rocha Z.

Gracias Señor por hacernos parte de tu familia. 



Bibliografía.

-       Grudem Wayne (2009). Teología Sistemática. USA, Florida: Ed. Vida. (pp 773-782). 
-       Benware, Paul N (1993) Panorama del Nuevo Testamento, USA, Michigan: Ed Portavoz. (pp. 211-216).
-       Walwoord John F, Zuck Roy B. (1997)El Conocimiento bíblico un comentario Expositivo Tomo 3, USA, Colorado Springs.
-       Quarles Jaime C (1982) Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia. Tomo 2 El Nuevo Testamento, USA, El paso Texas: Ed. Casa Bautista de Publicaciones.
-       MacArthur John (2010) Comentario MacArthur del Nuevo Testamento. Efesios. USA, Chigaco Illinois; Ed Portavoz.

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