jueves, 3 de enero de 2013

Bautismo.


Esto en algunas ocasiones puede llegar a ser controversial aunque no debería de serlo, ya que la enseñanza bíblica sobre este tema es muy clara. A veces podemos tener algunas dudas como; ¿Acaso el bautismo salva? De ningún modo.

 La salvación es por medio de la fe en Jesucristo y del arrepentimiento lo que conlleva a la transformación de la vida de un creyente.  ¿Entonces qué es el bautismo? ¿Para qué sirve?

Vemos a través de la Palabra: "Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." Hechos 1:5.   Esto quiere decir que aquel que cree y es salvo es habitado por el Espíritu Santo. 

A esto se refería el Señor Jesús en Juan 3: 5-6  " Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." 

¿Y entonces por qué se sigue realizando este acto?

Por varias razones entre ellas porque es un mandato: " Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" Mateo 28:19.


Porque es una forma de identificarse con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva." Romanos 6:3- 4. 

"Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu." 1 de Corintios 12:13.

Porque Jesucristo mismo lo hizo: "Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.  Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia." Mateo 3:14-17

"Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." 
Marcos 1:9-11

"Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,  y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." Lucas 3:21-22

Fue para mi hermoso el poder presenciar en este año la obediencia de una de mis más queridas amigas y hermanas en la fe, Dulce. Ella escuchó la ordenanza de Dios a bautizarse y me sentí muy honrada de haber podido presenciar este hermoso acto. Agradezco a Dios pro la vida de Dulce que a pesar de la situaciones tan difíciles que vivió durante este año, veo como sigue tomada de la mano del Señor y caminando a su lado. Gracias amiga por tu amistad y por tu obediencia. Que el Señor te use grandemente. 


365 oportunidades más.

Inicio este año dándome cuenta de todas las bendiciones y obras que el Señor realiza cada día en mi vida. También lamentablemente me doy cuenta que no me he dado el tiempo suficiente para poder compartirlas con otros y así poder agradecerle públicamente por todas esas oportunidades de compartir su evangelio, de conocer a nuevos hermanos, de poder crecer en el conocimiento de Su Palabra como de su amor y su guía a través de este tiempo. Ahora veo todas las oraciones contestadas y la paciencia que día a día tiene mi Señor conmigo. Muchas veces a través de este año tengo que confesar que me quejé de muchas cosas y sin razón. El Señor siempre me muestra su amor y paciencia y aún cuando yo no alcance a ver las cosas que el desea y lo que está obrando tengo la certeza de Su Palabra y como dice Isaías en el capítulo 55 versículo 8: " Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos - declara el Señor." Se que puedo estar confiada y descansar en sus promesas, y no sólo lo sé en teoría sino que lo vivo a cada momento. HE sido testigo de su cuidado, no solo desde la provisión diaria sino su provisión a través de personas, de hermanos, de gente que el Señor ha usado para enseñarme más sobre él, para caminar en amor, para afrontar mis miedos, para cumplir los anhelos de mi corazón. Hay mucho que recordar del año que pasó y empiezo por dar gracias una vez más a Dios por su amor, por su salvación por su Hijo Jesucristo y por la obra que Él hace en sus hijos a cada momento. 
"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".       Filipenses 1:6