lunes, 1 de agosto de 2011

Sueños...


Todas las personas tenemos sueños y deseos que queremos cumplir, muchos de ellos inician cuando somos pequeños y con el tiempo los olvidamos o simplemente los vemos muy difíciles de alcanzar. En otras ocasiones las circunstancias que vivimos nos alejan de nuestras metas o simplemente dejamos de lado esos deseos por alcanzar otros.

Yo en estos meses he visto muchos de esos sueños que había sepultado hace mucho cobrar fuerza y vida en las manos de mi Señor, no hay que malinterpretar no hablo de sueños de fama, éxito o dinero.

Muchos de mis sueños se relacionan con los regalos que me ha dado el Señor y que yo no sabía enfocar, pero Dios va acomodando todo y nada es más gratificante que cualquier cosa que hagas sea para nuestro crecimiento y el de otros. Esas cosas que deseabas en el fondo de tu corazón pero que no hubieras tenido el valor o no hubieras sabido como abordarlas , todas ellas , el Señor las dirige y pone los medios para que lo logres, él te capacita y te aconseja, además de darlas en el tiempo apropiado.

Una vez más quiero agradecerle a mi Señor por renovar el sentido en mi vida, por darme una vida feliz, en abundancia y llena de su presencia.
Muchas de estas cosas las iré narrando poco a poco ya que son muchas las experiencias que el Señor me ha regalado y donde a pesar de ser una sierva inútil el Señor me ha usado.
Entre algunas de ellas esta el servicio en la congre donde no hay nada más gratificante que trabajar con niños, ver lo abiertos que son a Dios, como pueden entender cosas que de adultos nos son más difíciles de aceptar creo que el aprendizaje es muchas veces para nosotras, aprender a ser como ellos, a creer sin reservas.

"Dice el Señor: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir, yo te daré consejos y velaré por ti." Salmo 32:8 NVI

Varios meses de silencio ya...


Varios meses de silencio ya , claro que solo de mi parte porque Dios siempre nos habla y nos muestra su amor. Han ocurrido tantas cosas que solo me queda sentarme a meditar y reconocer la mano poderosa de Dios en mi vida, en cada detalle a cada momento.

Hoy puedo decir que Dios sigue trabajando conmigo, renovando mi mente, mi corazón y con ello todos mis planes y mis deseos. Hace aproximadamente un año yo le dije al Señor que no solo usara mi vida, sino todo en mi ya que en realidad todo me lo ha dado él. Fue así como nació en mi corazón el abrir un grupo de estudio, lo puse en oración y hable con el director de grupos pequeños en mi congregación que se mostró muy contento y me dijo que hablaría conmigo pronto para detallar el asunto, así pasaron varios meses, él estaba muy ocupado y aunque no lo había olvidado no había podido darse el inicio al grupo, esto no me desanimó, y en efecto Dios tiene sus tiempos y nos prepara para su obra nos ayuda a pasar por pruebas.

Al iniciar el año y con todos los ajustes que se hacen en la congregación mis pastores de grupo me comentaron que ellos llevarían la organización de los grupos pequeños y de discipulado y que sabían de mi deseo de abrir un grupo en mi casa y que habían podido ver crecimiento en este año que estuve con ellos y que yo misma podría liderarlo, fue para mí un hermoso regalo de parte del Señor, poder servirle enseñando a otros sobre su palabra.

Desde entonces ha sido una enorme bendición compartir con mis hermanos, pero sobretodo verlos crecer y amar cada día más a Dios, ver como él los ha ido transformando, llenándolos de fe, como comparten de Su amor con otros, ver como dependen cada día más del Señor y de su Palabra para afrontar los retos que tienen cada día y sobretodo ver como ansían la Palabra. No puedo más que agradecer por uno de los regalos más hermosos que me ha dado el Señor el cuidado de sus ovejas y mi oración es que me permita tener el cuidado, el interés y el amor por cada una de esas personas que gozosamente crecen cada día más en el Señor.

Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Juan 4:14